Nubes sin Jaguares


en los días en que sale el sol,me gusta ir a los parquecillos de siempre,me gusta dejar el bolsón morado en el piso,mientras me acuesto en las bancas frías de piedra y veo el cielo.

Me gusta ver como las nubes se desplazan lento,como humo.
Las nubes me hacen pensar,no sé por qué,en mi romanticismo extraviado.
En el sentimiento burbujeante que ha movido a las mujeres de mi familia,que las ha hecho recorrer el mundo y que de cierta forma las ha separado de sí mismas.
¿Dónde está él?
¿Hay cabida para él, junto a mi?
Cuando lo pienso, me llena una sensación de languidéz y de pereza.
-de languidéz y de pereza-eso le dije a la mujer de incienso que me tomó la mano y dijo que quería leerla.
La gente nos rebasaba,riendo y mirando los cuadros que alumbraban la glorieta.
-no busque ahi el romanticismo-sonreí
La mujer escudriñaba atentamente mi palma.
Al final me cerró el puño,con su mano aún dentro y me miró fijo.
-tienes suerte aquí-dijo sonriendo
Asentí.
-y hay más de lo que crees,de lo otro,de lo que dices que no está-sentí un apretón amistoso en mis dedos y luego me soltó-nos vemos
-hasta pronto-creo que dije mientras la veía irse.
Los días han estado nublados y el cielo es una esponja grande y algodonosa de color gris.
He pensado en muchas cosas,pero ninguna tiene que ver con lo que he escrito.
Creo que no importa lo que haya encontrado en mi palma la gitana,soy demasiado cínica,supongo.
Si las nubes y los días soleados son los responsables de despertar mi parte amorosa,entonces tendré que esperar varios cambios de estación para volver a ser una sentimentaloide.
Suerte la mía,así puedo pintar más.

Comentarios

Patricia Fernández Miranda ha dicho que…
Hola Mónica!, me tendrás a menudo por aquí.Me gusta tu pintura, me gusta como escribes.
Un abrazo.
Patricia.

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