Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2012

Tepoztlán.

Pocos entienden el encanto de este sitio. Muchos lo ven como un anexo calientito y hippie de una Cuernavaca cada vez más bulliciosa. Se dice que de niña me llevaban seguido y se dice también que no veía más que la alberca azul del jardín. Todos los niños prefieren la alberca,son patos disfrazados. Redescubrí Tepoztlán en 2010,cuando aún no mudaba el taller y aún no tenía pláticas de minutos ilimitados con Dios. Era una pintora confundida,sí,aún más confundida que ahora. Y él apareció. Igualmente confundido. Me invitó sin conocerme,a un viaje por carretera,junto con un escultor sudafricano y su esposa libanesa.Acepté porque la vida es corta y él era hermoso. Acepté porque nos unía un amigo de muchos años que ahora vive en Londres. Acepté porque estoy convencida de confiar en el bien y no en el mal. La vida solo nos trae lo que le pedimos. Llegamos a Tepoztlán a media tarde y lo dejamos a él en la plaza,dónde recogería al resto de sus amigos. El escultor,la libanesa y yo,e

El gato en la cueva

La oscuridad total.¿La conocen?,creo que nunca le he temido. He descubierto que mis miedos son más existenciales que atmosféricos. Mi madre dice que de niña me compró varias lámparas para apaciguar temores al coco y a la noche,y que yo siempre las apagaba porque no me dejaban dormir. Respeto la oscuridad,me fascina como el fuego,como el agua,como el sol.Fascinaciones primitivas,diría Borges. Pero¿por qué tenerle miedo?Los fantasmas están dentro de nosotros. Y la oscuridad se hace cada vez que dormimos. Deberíamos acostumbrarnos más a ella.Es hermosa,callada y descomunal. Yo la conocí en su totalidad hace poco. Caminé durante horas cerro arriba y abajo para poder encontrarla. Nadé en un agua turbia y mineral que me arrastraba como torbellino. Parece que fué hace mucho tiempo,pero ha pasado solo un año. Me había mudado apenas a una nueva casa,lejos del mundo y muy cerca de los cerros.Todo era posible. Entonces me hablaron del río subterráneo. Y yo soñé un día con él,señal

El gato en la isla

Nunca he sentido más calor. Acostada en la hierba,acostada en la hamaca,acostada en la litera,la misma sensación de infierno. Duró 3 días. Camino por la vereda que sube y sube como espiral hacia el fin de la isla,me siento en la palapa y contemplo el horizonte.El sudor resbala por toda mi espalda,mi cara esta húmeda como si acabara de darme un chapuzón en el mar picado. Soy un gato libre en ese momento. Pienso.Siempre estoy pensando en alguien.Antes pensaba en cosas,desde que mamá murió en 2007,pienso solo en personas.El Nueva York de 2007,un algodón de azúcar sin sabor,solo hermoso.Las luces de la noche,ella acariciándome el cabello,ella hablándome en su inglés chistoso,ella y yo caminando y comiendo perros calientes. Me tiendo sobre el piso de madera esperando el viento que nunca llega.Recuerdo de pronto que subí conmigo el libro de Pessoa. "Haya o no dioses,de ellos somos siervos",leo. Qué bonita frase. Pessoa era un helado de vainilla,delicioso y espolvoreado

Los viajeros

En la oscuridad,el gato siente una pata sobre su pata. Voltea a mirar al zorro,a través de los lentes,los ojos pequeños huyen. ¿Qué estás haciendo? Nada. Sigue haciendo nada,piensa el gato tratando de ver la triple película proyectada frente a ellos. Sigue haciendo nada. En el salón de junto se escuchan aplausos,pero el improvisado cine donde están ,sigue vacío y silencioso,como si el tiempo se hubiera detenido.Solo la nada,la humedad de las manos de ambos y una proyección muda e inentendible. Es un instante infinito y luminoso,aunque los protagonistas sean un gato esquivo y un zorro bebé. -Vamos por un té. -Vamos. Noche fresca de sandía,hay un estanque vacío donde nada se refleja. Pasan a su lado y se dan un beso de relámpago,sin estruendo,solo leve y nocturno. Sus labios están secos como el desierto,pero intuyen una tormenta. Tea time darling. El té es un elefante blanco que viene desde Marruecos.Lo montan y viajan varias noches sobre él.Los lleva a conocer templos y

El regreso

Han pasado dos años desde mi última anotación.No sé por qué dejé de escribir.Es una de las cosas que más amo y más me relaja. Básicamente no he cambiado,el héroe del blog es el mismo,un gato maniático y encantador,aunque ahora casi tengo 30 años. He pintado y pintado,me he vuelto una contorsionista de la vida. Utilizo pantalones bombachos cuando hago yoga,dejé de beber café casi por completo,he viajado mucho,he conocido pirámides y bosques y me he reencontrado con Dios para tomar el té. Es un sujeto agradable. Pero sigo siendo un gato confundido. Creo que nunca dejamos de estar confundidos los que nos hacemos demasiadas preguntas.Por eso he optado por dejar el interrogatorio y disfrutar el recorrido. Sigo amando la música clásica,pero he dejado de caminar cuando llueve (nota mental:retomar caminatas melancólicas,quedan perfectas en mi biografía) El gato se ha vuelto yogui,quiere ir a India y hacerse una bola en los shalas del norte. Va por el mundo con el porta mat al hombro y se para