El gato novicio


Al pasar muchas horas pintando,uno pierde,además de amigos,cierta rapidéz de acción,cierta lucidéz.
Se trata de un acto tan solitario,que decides crear un microuniverso de bolsillo.
Ahi tus ideas flotan a velocidades extrañas,no existen conocidos ,ni lugares.
Hay un silencio sonoro.
Ni siquiera piensas en colores o en formas,tu mano trabaja como desprendida de tí,sabe a donde dirigirse y tú la dejas hacer,la contemplas atento.
Es un mundo ensimismado.
Un paraíso para los egoístas.
El gato egoísta.
Casi como un cuento de Oscar Wilde,pero este gato no pasa del 1.65 de altura.
Sólo es un felino ingrato.
Cuando tenía 14 años,comencé a viajar sola.
Los microuniversos aún no me interesaban demasiado y mi pintura era solo un juego naif,así que viajaba muy ligera.
Llevaba acuarelas en mi mochila,un bolso parecido a un capullo para pernoctar,ropa y un jabón.
Buscaba pueblitos perdidos,me subía en los autobuses más averiados,hablaba con todos los que me dejaran acercarme.
Caminando.
Buscando.
Siempre me ha gustado buscar.
Tesoros,en su mayoría.
Hasta hace unos años pensaba que tenía ideas muy románticas del artista novicio.
Que de hecho viví como uno y que aún lo hago.
Siempre he tomado las decisiones que he querido.
Siempre he querido las más divertidas o las más deschabetadas.
Siempre he ido a mis tiempos.
Siempre han sido extraordinarios.
La idea del artista romántico es solo un concepto.
Un pintor debe superar el concepto.
Todos debemos hacerlo.
Los conceptos son contenedores.
Y nosotros no somos peces.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los viajeros

En la búsqueda incandescente de caballitos de mar

El prólogo de la saga,sin un solo jedi